Sabéis que me encanta todo lo que tiene un toque romántico y
provenzal y detallitos que muestran un gusto por lo hecho a mano, el do it
yourself. Por eso quiero comenzar la semana presentándoos una manualidad que es
absoluta tendencia y que combina todos estos aspectos: las cestitas pintadas a
mano. Ahora que se acerca el buen tiempo, customizar vuestros cestos de mimbre
u hoja de palmera es una maravillosa opción para iros de picnic o a la playa
con un accesorio que puede combinarse tanto con los outfis más casual como con
los más elegantes. Y por supuesto, siendo las más originales del lugar, que también
de eso se trata cuando trabajamos el do it yourself.
Aunque las cestas pintadas se venden online en muchos
sitios, personalmente me gusta todavía más la opción de hacerlas nosotros
mismos adaptadas a nuestro gusto. Pensad en las múltiples opciones que existen,
desde decorarlas con nuestros nombres o con algún motivo que nos guste
especialmente hasta, por ejemplo, crear modelos iguales para una madre y sus
hijos. Las posibilidades son casi infinitas.
Personalmente me encantan las que tienen motivos en tonos
claros que se añaden al color original del mimbre o la hoja de palmera, que
creo que es muy bonito mantener porque aporta el toque natural y eco. Sobre dicho
material podemos pintar, por ejemplo, corazoncitos en rosa, estrellas en azul
cielo, la inicial de nuestro nombre en verde clarito, un ancla azulada que
remita instantáneamente el mundo del mar y la sal… Incluso podemos añadir
detalles adicionales que mejoren el resultado final, como borlitas del color de
la pintura. E imaginad un outfit completo compuesto por sandalias, sombrero de
paja y nuestro capazo del mismo color que los demás complementos. El resultado
sencillamente va a ser espectacular. Otra alternativa también muy especial es
aplicar la pintura en lugares inesperados, por ejemplo generando un colorido
efecto kilim que nos remite a la artesanía de corte étnico, que tal y como os
comentaba en mi anterior post esta de absoluta actualidad.
Os voy a contar como podéis personalizar vuestros cestos o
capazos de una manera muy sencilla. He optado por la pintura acrílica, pero también
es posible emplear por ejemplo pintura para tela. Además de este elementos, os harán
falta un capazo limpio y sin barnizar, una
cinta de pintor, brocha y pincel, papel de periódico para cubrir la superficie
de trabajo y una plantilla con el dibujo que queramos emplear.
El primer paso es forrar con la cinta de pintor todas las
partes que no queremos pintar. Sobre las demás aplicamos la pintura del color
elegido, empleando la plantilla para lograr la forma elegida. Luego solamente
nos queda dejar secar el resultado final durante una noche. Si vemos que el
resultado adolece de ciertos defectos, una vez seca la primera mano de pintura
podemos retocar las partes del capazo que lo necesiten y volverlas a dejar
secar. Si queremos combinar varios colores, por ejemplo añadiendo otra
tonalidad en las asas, lo podemos hacer también posteriormente. Terminado el
proceso de pintura, solamente nos quedaría quitar la cinta de pintor y contemplar
el resultado final.
Como habéis podido comprobar se trata de un procedimiento
bastante sencillo, en cuya realización intervienen elementos que seguramente tenéis
por casa. Internet como siempre es la mejor fuente para haceros con tutoriales
en caso de que queráis emplear otro tipo de pintura o tengáis dudas sobre cómo
resolver ciertos problemas que se os
puedan ir planteando. Seguramente que el resultado será espectacular y que nos
cansareis de seguir experimentando con esta técnica tan original. Simplemente
se trata de echarle imaginación.
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