Esa es la apasionante propuesta de Greenpacha, una empresa que
hace unos sombreros tan bonitos que ya de por si merecerían una visita, pero
que además combina la fabricación artesanal de sus productos con una apuesta decidida
por la moda sostenible. En Princesas Azules nos encantan los proyectos hermosos
y los productos delicados y con un toque hand made, y en ambos conceptos creo
que Greenpacha encaja perfectamente.
El proyecto nació con un objetivo primordial: hacer del
mundo un lugar mejor a través de la moda sostenible. Porque no todo lo que
tiene que ver con ese sector es necesariamente superficial o banal, este
proyecto busca la sostenibilidad y la realización de objetos que sean a la vez
bellos y ecológicamente responsables. Como los sombreros se crean en América
Latina, han optado por incluir en su nombre la palabra “pacha”, que significa “tiempos”
en la lengua inca. Por lo tanto, el nombre, uniendo inca e ingles, significaría
algo así como “tiempos verdes”.
La propuesta de Greenpacha es la vez simple e interesante
para los amantes de la moda, entre los cuales sin duda me cuento: se trata de
dar una nueva vida a los famosos sombreros Panamá, que personalmente me parecen
un autentico icono de estilo, renovándolos con elementos tan inspiradores como
la moda surf , los viajes o la aventura. Las combinaciones de colores y la adición
de nuevas formas transforman estos productos, siempre de manos de artesanos
latinoamericanos que encuentran en el proyecto tanto una forma de vida como,
incluso igual de importante, un modo de mantener vivo su arte. El objetivo es
que los potenciales clientes conozcan el proceso de fabricación de cada
sombrero y le otorguen el valor cultural que su fabricación conlleva. Se trata
de demostrar que no son simplemente un objeto de consumo, sino una parte del
modo de expresión de las comunidades que lo producen. De hecho, en su web, http://www.greenpacha.com/, hay un
apartado entero dedicado a mostrar el complejo proceso de fabricación,
completamente artesanal, de los sombreros panamá, proceso que se lleva a cabo
fundamentalmente en Ecuador.
Se trata de fusionar tradición, innovación y diseño para
crear un sombrero que conecta directamente con su productora, generalmente
mujeres de condición humilde. Se trata de un proceso de creación realmente
complejo, que puede tardar desde tres días hasta ocho meses, dependiendo del
grado de dificultad para tejer cada uno de ellos. Dicho proceso crea un vínculo
muy estrecho entre artesano y producto. El hecho de que actualmente solo dos
mil tejedoras, de la remota sierra de Cuenca y la costa cerca de Montecristo,
en Ecuador, dominen esta técnica hace que sea todavía un producto más
exclusivo.Todos los productos de Greenpacha son ecológicos y respetan
el trabajo de quienes los han producido. La empresa asegura que compra todos
los sombreros a un precio justo. Además, el dos por ciento de las ventas se
destina a la comunidad tejedora de Sig Sig, también en Ecuador. En esta
comunidad se encuentran las primeras tejedoras con las que las fundadoras de la
idea se pusieron en contacto para poner en marcha su proyecto.
En la actualidad, Greenpacha cuenta con cuatro líneas de
producto: sombreros para playa, urbanos, clásicos y Eco line, todas ellas
disponibles en versiones masculinas y femeninas. Personalmente me gusta especialmente
la versión Eco Line, pues reinventa los sombreros de formas tradicionales llenándolos
de color o añadiendo trenzados especiales para crear diseños absolutamente
originales. Ahora que se acerca el verano, la línea de playa también es de lo más
recomendable. Los sombreros se pueden comprar online, así que, entra en su web
y llena tu cabeza de autentica artesanía.
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