Reconozco que soy una apasionada de la moda de los años 50.
Una etapa en la que la guerra, aunque todavía reciente, comenzaba a huir de las
retinas de gran parte de la población, y en la que la moda quería hacer suya
esa nueva época de paz con diseños que ya dejaban de ser austeros y comenzaban
a mostrar la belleza femenina por todos los poros. Me encanta esa corriente de
volver a revalorizar lo bello de cada una, de considerar que era maravilloso plantarse
un vestido o unas medias marcando curvas, con looks muy femeninos y con un
punto naif, entre lo inocente y lo picaresco. En concreto, los outfits de tonos
claros, como este que os presento, se cuentan entre mis favoritos, y
son muy sencillos de imitar con prendas que hoy en día pueden localizarse en
multitud de tiendas.
La falda amplia de tul, plisada y ceñida a la cintura, con movimiento
amplio y largo casi hasta los tobillos, era un must de esta época, sobre todo
para las mujeres jóvenes, que a menudo las complementaban con calcetines y con una camisa corta o
camiseta sin cuello. Aquí, el punto de los zapatos con lacito y la camiseta
ajustada de tirantes le dan un toque lady extra. Ojo también al collar, pues
los accesorios son imprescindibles si queremos conseguir un look semejante al
de los cincuenta. Los collares añadían un punto de elegancia a las blusas y
camisetas sin mangas, como la de la imagen. Y toma nota: siempre deben ir metidas
por dentro de la falda. Si lo deseas, puedes añadir un cinturón que ciña todavía
más la falda de talle alto, y completar todo el estilismo con unas gafas
grandes de pasta, muy en la línea de las grandes divas del cine americano de la
época, y con un pañuelo atado debajo de la barbilla. Los guantes eran asimismo usados comúnmente en los cincuenta
para cualquier ocasión, y generalmente se llevaban hasta el codo.
Sigue inspirándote con esta segunda imagen, que también puedes
imitar fácilmente. Mira el vestido, ceñido a la cintura, con estampado de topos
y un estilo entre inocente y sexy: creo que resume a la perfección la esencia de
la moda de la época. No pierdas de vista el sombrero, complemento indispensable
del atuendo. Las grandes divas del cine del momento, y Marylin Monroe de manera
especial, pueden ser un gran fuente de inspiración, así como las colecciones
del momento de Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel o Givenchy, los diseñadores
que marcaron tendencia en el momento.
En esta imagen tan bella podéis también ver cómo, en los cincuenta,
el maquillaje no era simplemente un elemento más, sino parte sustancial del
estilismo. Tenía que ser necesariamente sofisticado: delineador negro, pestañas
bien definidas y labios de color rojo intenso, entremezclando, al igual que en
la indumentaria, sensualidad y elegancia. Faltaban todavía unos años para que
irrumpiesen la minifalda y el bikini, y la mayor parte de la moda, aunque
dejaba entrever las curvas, tenía también en cuenta los valores de una sociedad
conservadora, en la que eran importantes los valores del recato y del buen
gusto.
En un contexto diferente como el
actual os animo a dejar de lado los complejos para arriesgar más en los outfits,
pero siempre sin perder el toque naif, que a mí me encanta siempre aportar a
cada tendencia. No hay que olvidar que los cincuenta también fueron la época dorada
de las pin ups, y su estilo sensual y de curvas marcadas ha vuelto a
reactualizarse con figuras como Dita von Teese o la cantante Katy Perry. Puedes
introducir en tus estilismos cincuenteros toques pin up en su versión más dulce,
como los escotes de corazón, los estampados de vichy, que me encantan, o los
elementos de encaje y lacitos. Los años cincuenta están mucho más cerca de lo
que parecen, así que, anímate a darles espacio en tus looks.
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