Continúo la semana hablándoos de ideas para fans del
handmade, lo hecho a mano, que tanto me fascina. Y mi post de hoy se va a centrar en un tipo
de acontecimientos que, aunque se lleven produciendo desde hace siglos, siempre
podemos renovar: las bodas. Olvídate de las clásicas ceremonias con aburridas
invitaciones o decoración puesta por el restaurante. Cada vez son más los que
quieren personalizar sus matrimonios creando ellos mismos parte de la
decoración, un aspecto en el que Internet y diversas empresas de preparación de
eventos son fundamentales. Veamos algunos modos de lograr una boda handmade sin
necesidad de un presupuesto desorbitado:
Una boda handmade puede comenzar, como os enseñaba en otro
post, desde mucho antes de la propia boda en sí: con el envío de invitaciones,
que vosotros mismos podéis diseñar. El diseño puede ser sencillo y ajustado a
los gustos e intereses de los contrayentes: desde un toque años 50 para novios
amantes de lo vintage hasta invitaciones decoradas con ramitos de lavanda para
los enamorados de la naturaleza. Añadiendo un troquel bonito, cintas o cuerdas,
dando un toque de color con acuarelas, añadiendo alguna foto especial… podemos conseguir muy
buenos resultados.
En general, una de las cosas que más monótona encuentro en
casi todas las bodas son los regalos para los invitados, que a menudo se
reducen a los clásicos cigarrillos, cajitas, libretitas…. Pero hoy en día existen millones
de tutoriales muy sencillos con lo que podéis poneros manos a la obra para
elaborar vuestros regalos y sorprender a los invitados. Si las
manualidades no es lo vuestro, podéis optar, por ejemplo, por una botellita de bebida
artesana o un tarrito de mermelada con el nombre del invitado. Son algunas de
las ideas que harán de vuestra boda un enlace de lo más original.
Lo más llamativo de las bodas handmade, sin embargo, suele
ser la decoración, en la que de nuevo los propios novios tienen un papel
esencial. Las banderolas para decorar techos son detalles de lo más socorrido,
y muy fáciles de hacer. Hay novios, más atrevidos, que montan un photocall
lleno de color, e incluso puede prepararse un hilo conductor o tema para todo
el enlace, por ejemplo optando por una determinada paleta de colores que se
repite constantemente, dando protagonismo a las rayas o los círculos o
introduciendo pequeños detalles para elaborar una boda circense o vintage. Se trata,
sobre todo, de echar a volar vuestra imaginación y huir de lo más manido.
Se me ocurren muchos otros pequeños detalles que pueden
marcar la diferencia: por ejemplo, colocar unas señales de madera unos metros
antes del lugar donde se celebre el banquete para añadir un toque eco y
rústico; preparar una barra de limonada fresca para los más sedientos; sacar algunas
de las fotos con una Polaroid para dar un toque artesano a los recuerdos del
enlace; decorar las sillas de los novios con elementos naturales que podéis
conseguir en un bosque cercano o en una floristería…
En la propia indumentaria de los contrayentes o damas de
honor también pueden introducirse detalles handmade, por ejemplo optando por
los tonos claros, por ramos de flores naturales… Y no olvidemos el lugar de celebración del
enlace: la boda handmade exige una celebración y/o banquete al aire libre, pues
el contacto con la naturaleza y la vuelta a las raíces son fundamentales y,
estoy segura, mucho más originales que un banquete en el restaurante donde todo
el mundo se casa. La originalidad y la imaginación deben de ser la consigna
básica en cualquier boda handmade, así que, si quieres que la tuya tenga un
toque especial, no dudes en poner en práctica alguno de los consejos que te he
ido dando en este post.
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