jueves, 26 de marzo de 2015

Decorar con papel pintado










Si pensabais que eso del papel pintado era cosa del pasado, de viejos apartamentos heredados de algún familiar lejano, nada más lejos de la realidad. Se han convertido en uno de los modos más originales y bonitos de diferenciar las paredes de la casa, con el elemento además que me encanta de que, si sois manitas, podéis hasta hacer un do it yourself y ser los artífices de su colocación.  Otra de las ventajas de esta opción es que permite cambiar por completo el aspecto de una habitación sin necesidad de comprar muebles nuevos, con el gasto que conllevaría aparejado, ni de meternos en las siempre farragosas obras. Pero aprender a colocar un papel pintado no es el objetivo de este post. Lo que pretendo en el es presentaros algunas propuestas que me encantan. Soy una verdadera  amante de los detalles delicados y elegantes, que aportan luz y positivismo a la vida, y creo que el papel pintado es uno de esos elementos que por su carga vintage y su toque de arte se corresponden perfectamente con mi visión de la decoración y diría que hasta de la vida.

Personalmente una de las tendencias en el uso de papel pintado que más me gusta es la de optar por emplearlo únicamente en uno de los lados de la pared, para no recargar tanto la estancia. Queda muy bien si combinamos el color de dicho papel con el mayoritario de los muebles. Por ejemplo, si tenemos un dormitorio tipo provenzal, en el que dominan los verdes claritos, podemos añadir un toque suave de ese mismo color a una de las paredes, dejando las otras en blanco. De este modo se crea un contraste cromático muy sugerente.


Otra de las posibilidades que me encanta es la de aportar un toque natural con el uso de este elemento. Por ejemplo, podemos dar vida a un baño sobrio colocando papel que imite un bosque o un prado lleno de flores, y de este modo traemos todo el sabor de la naturaleza a nuestro apartamento urbano. Si somos apasionados del arte, como es mi caso, existen ya empresas que realizan en papel pintado vuestras obras pictóricas favoritas. Podéis optar tanto por cuadros famosos de la historia del arte como por vuestro ilustrador favorito. La originalidad está garantizada.

Hay otra opción que también me parece muy bonita, que es la de emplear papeles decorados con textos caligráficos. Precisamente sobre la caligrafía quiero hablaros en otro de mis próximos posts, pues me parece que la escritura a mano es algo que debemos reivindicar en medio de un mundo tan automatizado como el actual. Lo bueno del papel con motivos caligráficos es que existen casi tantos tipos de escritura como personas, y las empresas proveedoras de estos productos, cada vez más conscientes del gusto de los clientes por lo original, van aumentando su gama de diseños. Los hay con letras grandes, pequeñas, con mayor o menor espacio, con y sin subrayados…

Y finalmente, la imaginación puede desbordarse especialmente cuando se trata de decorar habitaciones para niños. Imaginad que vuestra hija es una apasionada de las mariposas: podéis idear para ella una combinación entre un papel pintado con estos animales en la parte superior y destinar la sección inferior de la pared a pegar sobre un fondo liso algunas de las mariposas que habréis recortado del propio papel, de tal forma que las alas quedaran en relieve y darán un toque mágico que seguro que le encantara tanto a ella como a vosotros. Esta misma técnica de combinar el papel con las cenefas puede ser empleada en cualquier otra estancia de la casa para lograr una interesante armonía, o contraste, según lo deseéis, de los colores.

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