domingo, 8 de febrero de 2015

Aquellos maravillosos años 50...



Reconozco que soy una apasionada de la moda de los años 50. Una etapa en la que la guerra, aunque todavía reciente, comenzaba a huir de las retinas de gran parte de la población, y en la que la moda quería hacer suya esa nueva época de paz con diseños que ya dejaban de ser austeros y comenzaban a mostrar la belleza femenina por todos los poros. Me encanta esa corriente de volver a revalorizar lo bello de cada una, de considerar que era maravilloso plantarse un vestido o unas medias marcando curvas, con looks muy femeninos y con un punto naif, entre lo inocente y lo picaresco. En concreto, los outfits de tonos claros, como este que os presento, se cuentan entre mis favoritos, y son muy sencillos de imitar con prendas que hoy en día pueden localizarse en multitud de tiendas. 





La falda amplia de tul,  plisada y ceñida a la cintura, con movimiento amplio y largo casi hasta los tobillos, era un must de esta época, sobre todo para las mujeres jóvenes, que a menudo las complementaban  con calcetines y con una camisa corta o camiseta sin cuello. Aquí, el punto de los zapatos con lacito y la camiseta ajustada de tirantes le dan un toque lady extra. Ojo también al collar, pues los accesorios son imprescindibles si queremos conseguir un look semejante al de los cincuenta. Los collares añadían un punto de elegancia a las blusas y camisetas sin mangas, como la de la imagen. Y toma nota: siempre deben ir metidas por dentro de la falda. Si lo deseas, puedes añadir un cinturón que ciña todavía más la falda de talle alto, y completar todo el estilismo con unas gafas grandes de pasta, muy en la línea de las grandes divas del cine americano de la época, y con un pañuelo atado debajo de la barbilla.  Los guantes eran  asimismo usados comúnmente en los cincuenta para cualquier ocasión, y generalmente se llevaban hasta el codo. 

Sigue inspirándote con esta segunda imagen, que también puedes imitar fácilmente. Mira el vestido, ceñido a la cintura, con estampado de topos y un estilo entre inocente y sexy: creo que resume a la perfección la esencia de la moda de la época. No pierdas de vista el sombrero, complemento indispensable del atuendo. Las grandes divas del cine del momento, y Marylin Monroe de manera especial, pueden ser un gran fuente de inspiración, así como las colecciones del momento de Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel o Givenchy, los diseñadores que marcaron tendencia en el momento. 


En esta imagen tan bella podéis también ver cómo, en los cincuenta, el maquillaje no era simplemente un elemento más, sino parte sustancial del estilismo. Tenía que ser necesariamente sofisticado: delineador negro, pestañas bien definidas y labios de color rojo intenso, entremezclando, al igual que en la indumentaria, sensualidad y elegancia. Faltaban todavía unos años para que irrumpiesen la minifalda y el bikini, y la mayor parte de la moda, aunque dejaba entrever las curvas, tenía también en cuenta los valores de una sociedad conservadora, en la que eran importantes los valores del recato y del buen gusto. 

 En un contexto diferente como el actual os animo a dejar de lado los complejos para arriesgar más en los outfits, pero siempre sin perder el toque naif, que a mí me encanta siempre aportar a cada tendencia. No hay que olvidar que los cincuenta también fueron la época dorada de las pin ups, y su estilo sensual y de curvas marcadas ha vuelto a reactualizarse con figuras como Dita von Teese o la cantante Katy Perry. Puedes introducir en tus estilismos cincuenteros toques pin up en su versión más dulce, como los escotes de corazón, los estampados de vichy, que me encantan, o los elementos de encaje y lacitos. Los años cincuenta están mucho más cerca de lo que parecen, así que, anímate a darles espacio en tus looks.

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