martes, 24 de febrero de 2015

Pop-ups store, tiendas efímeras y sorprendentes




Lejos quedan los tiempos en los que las tiendas estaban únicamente ubicadas en un espacio, el mismo durante toda la vida. En una época de cambios y novedades constantes, de estímulos infinitos como es la actual, inevitablemente todo ello tenía que trasladarse también al fenómeno de los comercios. Y las pop  up stores o tiendas efímeras son la mejor muestra de ello. ¿Cómo definirlas? Pues básicamente se trata de espacios, normalmente de pequeño tamaño, en los que marcas o creadores emergentes muestran sus creaciones en espacios que días después de desmontarán y desaparecerán. 

El factor sorpresa y la originalidad son fundamentales en el concepto, que sirve a menudo para presentar a jóvenes promesas o emprendedores que no podrían pagarse en condiciones normales un local, pero que sí pueden acceder a este tipo de tiendas tan particulares. Crear emociones, impactar y sorprender son las consignas fundamentales, partiendo de la base de que se trata de “tiendas espectáculo”, en las que la experiencia va unida al consumo. No se trata simplemente de comprar, sino de hacerlo en un entorno muy particular.  De hecho su nombre, “pop up”, juega con el término inglés para ventanas emergentes, justamente por su carácter sorpresivo: en cualquier rincón de tu ciudad te puedes encontrar una de ellas. 

Si bien se trata de una idea que hace años (aproximadamente una década) que se practica en países como Inglaterra o Estados Unidos, en España es un fenómeno mucho más reciente, pero se ha extendido con gran velocidad, hasta el punto de que hay o ha habido ya pop up stores de cosmética, moda, artesanía, iluminación e incluso en el sector inmobiliario. Prueba de su éxito antes de la llegada a nuestro país fueron las pop up de marcas tan consolidadas como Tiffanys o Nike en Estados Unidos, que lograron otro de los objetivos fundamentales de estas iniciativas, el acercamiento a los clientes. En España, su expansión se produjo fundamentalmente a partir del año 2009, con Madrid y Barcelona como ciudades iniciales. El conocido diseñador Custo fue uno de los pioneros y más renombrados profesionales que optó por esta fórmula. 

Otra característica de las pop up stores es su personalización, dependiendo de la filosofía de la marca. Dicha personalización va desde la elección del local hasta la de la decoración o incluso la música. Por ejemplo, una pop up store de una marca de zapato deportivo puede montarse al lado de un estadio de fútbol y decorarse con enormes pósters, igual de efímeros que el resto del recinto, de renombrados jugadores. Os sorprenderíais de la cantidad de espacios en las que pueden emplazarse estas tiendas, desde hoteles hasta galerías de arte o incluso barcos. 



Como consumidora, he asistido a varias pop ups y me encanta el carácter novedoso, exclusivo e inédito que suponen como opción de compra alternativa. Tener un tiempo limitado para visitarlas es por un lado un elemento de presión pero, por otro, te despierta la adrenalina de saber que quizás tu producto deseado desaparecerá en un par de días, por lo que acudir a ellas se convierte en toda una experiencia. Además, te permite hablar directamente, por ejemplo, con los diseñadores o artesanos que participen en ellas, incluso en ocasiones en entornos tan agradables como una playa, pues cualquier lugar es bueno para montar una de ellas. Por otro lado, como a menudo  las marcas o creadores usan las pop ups para promover las últimas unidades de un determinado producto, puedes conseguir precios muy ajustados en artículos que quizás unos meses antes, en tienda, tenían un importe prohibitivo. 

Galicia es una de las comunidades donde el fenómeno de las pop up stores ha calado más hondo. En A Coruña, por ejemplo, Shops and more lleva desde 2011 acercando el concepto a habitantes de la ciudad y visitantes. Sus promotoras buscan locales céntricos en desuso o en alquiler y les dan una nueva vida, aunque sea temporal. En el centro de Vigo, “Mercado de invierno” apostó por una combinación de coworking con pop up store. La lista, desde entonces, se ha ampliado mucho, tanto en esta comunidad como en el resto de España. El fenómeno no para de crecer… 

(Por cierto, las fotos que ilustran este post son de Alícia Roselló Gené). 

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